(Apolodoro):
Támiris, notable por su hermosura y por su destreza con la cítara,
rivalizó con las Musas en un certamen lírico, conviniendo que si triunfaba
podría yacer con todas, pero si era vencido le quitarían lo que ellas quisieran]; al resultar ganadoras las Musas, lo
privaron de la vista y del arte musical.
Lino, hijo de Eagro y la Musa Calíope, hermano de Orfeo, enseñó a Támiris,
el arte de tocar la lira. Como el amor es ciego, el pobre Támiris se fue a
enamorar de Jacinto, un bello príncipe espartano -siendo el primer varón mortal
en enamorarse de otro hombre -, de quien Apolo también se había prendado. Apolo
se chivó a las Musas de que Támiris andaba por ahí presumiendo de ser mejor que
ellas en el canto y, enfurecidas, le desafiaron a una competencia musical. Si
perdían, él podría gozar de todas ellas y si vencían podrían quitarle a él lo
que quisieran. Vencedoras en el certamen, castigaron a Támiris por su
prepotencia, quitándole la vista y la memoria, perdiendo así su destreza en el
manejo de la lira.
Véase también Disco de Jacinto.
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