Flauta de Atenea

(R.G.:25.a) Atenea inventó la flauta, la trompeta, la olla de barro, el arado, el rastrillo, el yugo para bueyes, la brida de caballo, el carro y el barco.

 

(Apolodoro): Apolo mató también al hijo de Olimpo, 2 Marsias. Éste encontró la flauta que Atenea había rechazado porque le afeaba el rostro, e intentó emular a Apolo en el arte musical. Habiendo convenido que el vencedor dispondría del vencido a su antojo, llegada la prueba, Apolo compitió con la cítara invertida e invitó a Marsias a hacer lo mismo. Como no pudo, Apolo fue considerado ganador, por lo que colgó a Marsias de un alto pino y lo hizo perecer desollándolo.

 

Atenea no entendía por qué las diosas Hera y Afrodita se reían discretamente mientras tocaba su aulós o flauta doble, macho y hembra (grave y aguda, que diríamos hoy), que acababa de inventar utilizando con huesos de ciervo y cuya música parecía agradar al resto de los olímpicos. Marchó a Frigia y allí, utilizando un arroyo como espejo, volvió soplar el instrumento. Los carrillos hinchados y su rostro lívido la avergonzaron. Arrojó la flauta al agua y maldijo a quien quiera que se atreviera a tocarla de nuevo.

Marsias, un sátiro de la corte de la diosa Cibeles, encontró el aulós y antes incluso de llevárselo a los labios, oyó una melodía maravillosa. La flauta sonaba sola en recuerdo de su anterior propietaria y de su música divina.

Por donde iba, Marsias era alabado por su dominio del instrumento y él mismo llegó a jactarse de que ni siquiera Apolo con su lira, era capaz de hacer una música tan armoniosa y bella como la suya. Apolo, ofendido, le desafió a un certamen presidido por las Musas, con la condición de que quien venciese podría imponer al perdedor el castigo que desease. En vez de retractarse ante un dios, Marsias aceptó y, naturalmente, perdió. Apolo, entonces, lo desolló vivo, pues era ese el castigo que había exigido para el perdedor.

 

(R.G.:21.e) Atenea hizo una flauta doble con huesos de ciervo y la tocó en un banquete de los dioses…Hera y Afrodita se reían… (Atenea) se dirigió sola a un bosque frigio, tomó otra vez la flauta junto a un arroyo y contempló su imagen en el agua mientras tocaba…se dio cuenta de lo ridícula que le hacía parecer el rostro azulado y los carrillos hinchados, por lo que arrojó la flauta y maldijo a cualquiera que la recogiera.

 

(R.G.:21.f) Marsias…tropezó con la flauta, que tan pronto como se la llevó a los labios empezó a tocar por sí sola inspirada por el recuerdo de la música de Atenea…los campesinos ignorantes…decían que ni Apolo podía haber hecho mejor música, ni siquiera con su lira…hasta que Apolo le gritó a Marsias: “te desafio a que hagas con tu instrumento lo que yo puedo hacer con el mío. Ponlo al revés y toca y canta al mismo tiempo”.

 

(R.G.:21.g) Con una flauta eso era manifiestamente imposible y Marsias no logró hacer frente al desafio. Pero Apolo invirtió la lira y canto himnos…deliciosos…Apolo lo desolló vivo (a Marsias)…