[En su segundo trabajo para Euristeo, el combate contra la hidra de
Lerna de cien cabezas, Heracles] pidió ayuda a Yolao,
quien, después de incendiar parte de un bosque cercano, con los tizones quemó
los cuellos de las cabezas e impidió que resurgieran. Evitada así su
proliferación cortó la cabeza inmortal, la enterró y le puso encima una pesada
roca, cerca del camino que a través de Lerna conduce a Eleúnte. Abrió el cuerpo
de
Otra relación de la antorcha con Heracles consiste en considerar al propio Heracles como antorcha. En efecto, antes de morir a consecuencia de la herida infligida por el héroe, el centauro Neso le hizo saber a Deyanira que si mezclaba sangre de su herida con el semen que había derramado al intentar violarla y un chorrito de aceite de oliva extra e impregnaba la camisa o quizá túnica de lana de su amado esposo Heracles con el mejunje, nunca más tendría que temer las infidelidades de éste. Deyanira le creyó y cuando Heracles se puso prenda así tratada y salió a la luz del día, esta empezó a arder como una tea, quemándole vivo, así que Heracles no tuvo más remedio que subir a una pira encendida y arrojarse a ella en un intento de combatir el fuego con el fuego. Y así fue como Deyanira consiguió que Heracles no volviera a serle infiel nunca más.
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